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jueves, 8 de enero de 2009

En el metroooo, oeeeee

Al principio del viaje, tenía en mente el grabar a mi hermano para que fuera narrando lo que íbamos viviendo, ya que era la primera vez que iba en avión. En mi cabeza la idea era cojonuda, pero conforme iba grabando, me daba cuenta de que no iba a llegar a nada.





Nunca os he hablado de mi hermano, creo.


En fin, os lo presento: Se llama Antón, tiene 9 años recién cumplidos y estudia 4º de primaria. Es casi más alto que yo (Cosa que cuando comprobé, me dolió mucho) y nuestra relación es rara, a veces estamos muy bien y a veces muy mal. Nos queremos raro, pero nos queremos (a veces). Siempre está dispuesto a jugar conmigo a la Play2 cuando se lo pido, me deja su DS y, como podréis comprobar, cuando le digo que pose para una foto o salga en un vídeo, no me dice que no.


También tiene cosas malas, como por ejemplo ponerse a cantar a grito pelado en el metro la canción, compuesta por él, "eeen el meeeeetroooo, oeeeee, en el meeeetroooooo, oeeeeee..." (Léase con la entonación de la canción "a por ellos oe"). Ahora la canta igual, aunque no estemos en el metro. En el coche oe, por la calle oe, en clase oe, en la panadería oe... ya le da igual el lugar.


Otras veces, cuando se aburre, decide picarme diciendo que "Ángel es idiota" y yo le contesto que los Reyes Magos lo están escuchando y que como diga eso, adiós al juego de la Wii que tanto ansiaba. Y se calla (Aquí necesito iconos, tengo que poner el icono triunfante, jo...). Hay que aprovechar, que pocos años le quedan de fe... en su clase sólo creen él y una amiga suya, y empiezan a tener dudas.


Él me pica, pero yo también lo pico a él, de mayor dice que quiere ser biólogo y cada vez que lo dice, añado "Como Ana Obregón" y le jode mucho. Al principio no, porque no sabía quien era, él es más de la generación-Lunni. Ahora tampoco sabe quién es, pero le jode igual. Más mono él...





En fin, os dejo con los vídeos que grabé en el aeropuerto, ya que luego me cansé y esas cosas. Podéis verlos, no tienen desperdicio algunos momentos, damos realmente mucha penica (Él más, que es el que da la cara...JÁ!)





A este lo he titulado: Antón debe aprender a diferenciar una foto de un vídeo, pero ya.







El segundo vídeo es muy triste, el mensaje claro es que Antón se siente bien (Y no sabe masticar un chicle)








Este último es terrible, si habéis visto los dos primeros vídeos, os parecerá muy rara la forma de comportarse de mi hermano durante los primeros segundos. Hace una oda a Mermelada y al Tomate, así, en plan improvisado. Y sigue sin saber masticar chicle.




Y aquí finaliza mi narración, pensaba escribir más cosas, pero ya lo haré...
Eso sí, os debo una entrada contándoos el cambio que he hecho de optativas en el instituto, me paso de ciencias a letras (POR FIN!!!!), y gracias a ese cambio, soy un poco más feliz.
Os quiero!