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viernes, 20 de julio de 2012

Avispada Girl y sus aventuras en Ryanair

"Algún día te van a quitar un riñón y tú te vas a enterar al mes siguiente"


Ya me lo han dicho más de una vez. No soy despistada pero, a veces, tengo el sentido arácnido desactivado y no me cosco. Eso hace que viva situaciones curiosas, como el día que pensé que había ligado y al final de la noche "mi chico" se dio el filete con su novio (...) o la noche que bailé Chayanne con una de estas mujeres viejóvenes pro monarquía, toros (y olé) con las uñas pintadas de rojo, amarillo y morado (*).


Hace unos meses hice Madrid-Santiago en Ryanair. Esa hora de viaje es mi momento de escribir chistes (o algo parecido).
Ya en el aire, notaba que el señor que tenía al lado no paraba de mirar mi libreta. Me estaba poniendo nerviosa, no me gusta que lean... a veces puedo escribir cosas como "final feliz, rabo, *dibujo de un sol*, tetas..." y entenderlo a la perfección.
Seguí haciendo como que no me enteraba hasta que el señor empezó a hablar:
Señor: ¿A dónde vas?
Carolina: A Sevilla, ¿no es este avión? Oh, santo cielo.
Señor (con un ligero acentillo extranjero): Yo soy de Santiagou.
Carolina: Ah, muy bien. Yo voy a Coruña luego.


Sonrío y sigo escribiendo. Notando que él mira lo que escribo y me tapo disimuladamente...
A todo esto, era un señor (no era mayor, ni adorable). Si fuera un apuesto muchacho os habría contado otra versión.


Y comienza la confusión. Él pregunta "¿Conoces a los míos?" y yo, pensando que se refería a los guiris, le dije que sí. Se alegra y me pregunta si conocía a alguien que lo fuera, le contesto que sí, que tengo un amigo y que lo entiendo muy bien. Inmediatamente me da esto:


Sí señor. Ahí estaba, como un conejo al que le dan las largas (Ernesto Sevilla dixit), asintiendo e intentando entender de qué me hablaba.
Me invitó a ir a una caminata en Santiago con él y unos amigos. Decliné su proposición muy elegantemente, por qué no decirlo. 
Sonreí y volví a mi libreta. Vuelve a sacar tema. Me pregunta por mis creencias.
"Yo creo que hay un ente superior a nosotros, sí", es mi forma de describir a Raphael. "¿Y no te interesa ninguna religión?" "No, las comparto pero no las respeto..." Estaba cansada de escucharlo, ¿vale?


Glorioso silencio. Y breve.
- Oye, ¿Y haces deporte?
- ¿Esta lorza plegada que se forma al sentarme no te dice nada? Sí, mucho.
- Ah. ¿Y qué deportes haces?
- Fútbol, tenis, kayak...
- ¿Sí?
- No. Pero estoy apuntada al gimnasio y fui una vez y tal.
- Ah.
- Seh.
- ...
- ...
- ¿Y qué haces en tu tiempo libre?
- Voy a caminar, veo Saber Vivir en la tele, cuando me indigno me cruzo la bata y miro con desaprobación, ya sabes.
- Ajá.
Aquí tuvimos que pausar la conversación porque se me acercó una azafata de Ryanair a preguntarme si quería comprar algo para comer, un billete de lotería, romero o si me gustaba algún azafato, que por un módico precio me hacían un apaño. Eso es lo que entendí.


- ¿Y quién te viene a buscar al aeropuerto? ¿Tu novio?
- Mi novia.
- ...
- ...


Cuando estábamos a punto de aterrizar, en el papelito de "Cristo el Señor" que me había dado antes me escribe una web y su número de teléfono "por si tengo alguna duda". Sonrío y en cuanto nos podemos desabrochar los cinturones, cojo mi maleta y me dispongo a huir. A punto de alejarme de él, mantenemos una última conversación:


- Oye, ¿y cómo te llamabas? Yo José.
- Yo María, adiós.


Y me fui.


PD: Decidme en comentarios que vosotros habéis vivido cosas parecidas para que me sienta menos sola, más humana, menos rara.
______
(*) Pasamos gran parte de la noche hablando, me dijo que le gustaban mis uñas, que era muy original lo de mezclar colores. Le contesté que era una bandera y me preguntó "¿De qué país?". No recuerdo cómo terminó la conversación, igual pusieron la Danza Kuduro y tuve que dejar la cintura sola.

martes, 10 de julio de 2012

Orden is the answer

Todo el mundo necesita cambios en su vida. Yo, por circunstancias de este año, ansío un cambio. Pero no un cambio de mierda en plan el que nos prometían el pasado 20N, Goku me libre, uno que me beneficie. Este verano significará un punto y aparte, el capítulo siguiente de este trepidante libro que es la vida (me ha dado la risa escribiendo esto, me ve Paulo Coelho y me besa en los morros).

El orden es imprescindible para tener una sensación de estabilidad, así que debo tener todo bien organizadito. Vamos a hacer esto más entretenido, yo voy a ir enumerando cosas que debo cambiar y vosotros os imagináis a un coro Gospel cantando "¡¡¡Orden is the answer!!!" con gestos de negra chunga.

Llevo una semana en casa de mi mamá y todavía no he deshecho la maleta... ¡Orden is the answer!
Me cuesta encontrar momentos de concentración para escribir en el blog... ¡Orden is the answer!
Tengo varios "a ver si nos vemos y nos tomamos algo o qué, tía" acumulados... ¡Orden is the answer!
Me gustaría volver al gimnasio porque me gustaría partir nueces con las nalgas... ¡Orden is the answer, puta gorda!
Uf, no soy capaz de beber mi litro y medio de agua y tomar 5 piezas de fruta... ¡Orden is the answer!
Me acuesto tarde sin motivo y me levanto tarde y por la tarde... ¡Orden is the answer!
(...)

También necesito cambios en mi interior, así que le he puesto unos tapetitos de ganchillo al hígado y los pulmones.
Mi inseguridad, señores, que no me deja vivir tranquila. Le he dejado las maletas en la puerta por si capta la indirecta, lo que tengo claro es que no me va a amargar más. Creo, bueno, no sé, ay, déjame...

No vamos a dejar que esto sólo (con tilde, hasta que fenezca) se quede en palabras, he puesto orden en este blog. Os cuento:

Lo primero que he hecho ha sido rehabilitar mi segundo espacio, la versión 2.0 de Yo soy más de escribir que de hablar. Con el tiempo me he dado cuenta de que el título no está demasiado acertado, que era todo muy dramático o muy pastel, así que ha pasado a titularse Indiemoñas. Tiene una plantilla simple, con sus pestañitas y su todo. Hasta tiene un "sobre mí" que se puede utilizar como prueba cuando tengáis que denunciarme.

En este blog principal he cambiado la cabecera, tras 4 años con la misma, y tengo que agradecérselo a la preciosa Anikah, que supo interpretar muy bien la idea que yo tenía en la cabeza. También he quitado enlaces innecesarios en la barra de la derecha y he puesto unas pestañas muy cuquis. En ellas tengo todo más organizado, mis enlaces, una bio (en construcción), una dirección de contacto y, aunque suene algo pretencioso, una agenda donde pondré los locales a los que iré a probar chistes y posteriormente a beber un copazo.

Y en cuanto a las entradas que publicaré, mi intención es publicar una vez a la semana, ya sea en este blog o en el otro, pero siempre en alguno de los dos
Así que para inaugurar Indiemoñas, os presento a Curiosidad, en los comentarios me contáis si habéis tenido alguno en vuestra vida y nos cagamos todos juntos en la puta.


Igual la palabra más adecuada para todo esto no es "cambio", sino "evolución". Necesito dejar de ser un Charmander para convertirme en un majestuoso Charmeleon que algún día será Charizard.

Y con este guiño a mi anhelada infancia y a todos los novios que no tendré por saberme los nombres de los Pokémon de memoria... ¡Nos leemos la próxima semana!