amigos

domingo, 30 de noviembre de 2014

Nuevos propósitos o 'por qué dejé de hacer monólogos'

Bueno, a ver cómo te explico. Yo antes hacía monólogos, ¿Vale? Y aquí conté lo emocionada que estaba. Y aquí las movidas de mi cabeza que pasé durante esa época.

En julio de 2012 dejé de actuar y me costó entender los porqués. Ahora que más o menos lo he pillado, me doy cuenta de que tampoco era tan difícil y que dos años para llegar a la conclusión hacen que Freud se lleve las manos a la cabeza.

Sencillamente, no estaba preparada. Tengo la suerte de no haber tenido actuaciones en las que nadie se riera, sí en las que poca gente lo hizo, pero nunca me había llevado una sensación malísima. Aun así, la situación me superó: dejé de tuitear porque nada me parecía divertido, no lograba escribir (que era lo que más me gustaba del mundo) y mi afición se estaba convirtiendo en algo que no me hacía feliz. Mi sueño cuando llegué a Madrid con 18 años, la maleta cargada de sueños y la gallina bajo el brazo era grabar con Paramount Comedy en un futuro lejano y lo conseguí cuando llevaba menos de un año actuando. Y no lo disfruté. Nada. De hecho me da vergüenza hablar de esta etapa.

En septiembre de 2013 empecé a subir vídeos en Youtube con mi amiga, para ver si así, poquito a poco, lograba conseguir enfrentarme al público de nuevo. Pero la verdad es que no nos insultan casi nada y sólo me está dando cosas positivas. Algún día hablaré de lo bonito que es esto y seré Mr. Wonderful.

En julio de este año, las organizadoras del Summer Play Tour me invitaron a actuar en uno de sus shows y yo me cagué, convencida de que lo mejor era ir de público porque ahí no te mira nadie y estás protegido. En un momento, me dio un ramalazo y dije que sí todavía no sé cómo.
Ahí estaba el reto: escribir un texto de 10 minutos en 10 días, para un público generalmente adolescente al que nunca me había enfrentado (prefiero a los señores borrachos de los bares porque son más manejables) y al que no tenía muy claro qué es lo que le gustaba.

Y actué. E hice chistes sobre Google +. Y uno sobre el botellón, que tampoco era muy bueno, pero no se rió casi nadie ya que eran en su mayoría menores de edad. Y podría haber salido mil veces mejor, podría no haberme confundido, pero al bajarme la sensación que tuve me trajo nostalgia de algo que hacía tiempo que no echaba de menos. (Menos mal que no iba a ponerme intensa, porque sólo falta el árbol de Pocahontas diciendo refranes.)


Finalmente he decidido crearme un canal para mí en Youtube. Sin que cambie nada de lo que ya hago, pero es un reto que me he propuesto. Desde hace un tiempo he estado preparando temas, aprendiendo a editar vídeos y pensando qué es lo que quiero transmitir. En principio, cada dos semanas subiré un vídeo. ¿Por qué? Porque quiero volver a actuar. Y aunque los vídeos son improvisados, pensar semanalmente temas diferentes me va a ayudar muchísimo a tener material para ese monólogo que ya está en proceso.

No sé cuánto tardará en ser una realidad ese texto, pero aquí está el primer vídeo y espero que os guste. También os animo a seguir el blog que llevo de También te digo en el que hablo sobre Social Media (youtube, tuiter, foros de clubs de fans de Bustamante, ese rollo) porque es otro de mis propósitos.


Volveré. En serio. A ver si quedamos para un café. Yo te llamo, tía.